My Heart Is Moschino
martes, 3 de mayo de 2011
B-Guided 2.0
El link de acceso a la publicación en Issuu es: http://issuu.com/fabcrew77/docs/proyecto_b-guided_
martes, 5 de abril de 2011
La televisión del futuro
No es de extrañar que con la crisis que atravesamos hasta las grandes empresas utilicen el medio online para promocionarse y para conocer aún más a través de las redes sociales (como Facebook y Twitter) a sus potenciales clientes, especialmente al público juvenil. Aunque la juventud, cada vez más extensa en rango de edad (impensable hace unos años que una persona que superase los 30 o incluso los 40 años fuera considerada "joven") y menos consciente de la información personal que envía gratis a millones de empresas en el mundo, por la cual el creador de Facebook es billonario, y que aportan datos y filtros que, mediante encuestas de mercado, serían muy difíciles de conocer.
Pero difícilmente el medio online y las redes sociales consiguen llegar actualmente a todos públicos ya que a diferencia de los jóvenes, la gente de mediana edad y los ancianos (quienes consumen horas de televisión diaria sobretodo en horario de mañana y tardes) no utilizan con tanto ensimismamiento o de ninguna forma las redes sociales. Sin embargo, la gente de mediana edad (45-65 años) que trabaja usando dispositivos móviles con tarifa plana de internet como el Iphone, Blackberry o HTC, lee las noticias diarias a partir de las aplicaciones de los periódicos más importantes de todo el mundo y las promociones que llegan a diario al email en donde se filtra publicidad previamente seleccionada por el consumidor.
Los spots televisivos han marcado una época, algunos hicieron soñar a generaciones y siempre se recuerdan con cierta nostalgia ya que a veces, más que una simple publicidad, era una tendencia y nos llegaba de golpe y porrazo a todos, de forma masiva, sin más remedio que enterarnos de la película e independientemente de que nos identificáramos con la propuesta de la marca anunciada o no, siempre marcaba un antes y un después. Con la supresión de la publicidad en TVE y con la polémica suscitada sobre la financiación de las privadas, que siempre "se pasan" con la cantidad de minutos publicitarios por programa, me pregunto si en la televisión del futuro, además de menos anuncios, los contenidos sean los esperados, que el espectador sea incluso más activo que en la actualidad, participando en las emisiones de cada espacio pero sin jugar con cobrar por nuestros gustos y preferencias, sin que nuestro precio sea más que la energía eléctrica con la que cargamos los dispositivos móviles o que al menos, ya que nos conocen en profundidad, nos ofrezcan programas ilimitados de acuerdo a nuestro segmento.
La televisión del futuro se vislumbra con poca, muy poca, claridad. Posiblemente y dejando las leyes a un lado, dentro de unos años, las cadenas se peleen por ofrecer mejores contenidos, nos sentiremos obligados a filtrar información a los medios y a las marcas para conseguir a cambio retroalimentación por parte de ellos en torno a acceso a la información cómo, cuándo y dónde la deseemos y con los avances tecnológicos que llegan cada vez más rápido podemos empezar a mirar el televisor como un nuevo objeto "vintage".
Pero difícilmente el medio online y las redes sociales consiguen llegar actualmente a todos públicos ya que a diferencia de los jóvenes, la gente de mediana edad y los ancianos (quienes consumen horas de televisión diaria sobretodo en horario de mañana y tardes) no utilizan con tanto ensimismamiento o de ninguna forma las redes sociales. Sin embargo, la gente de mediana edad (45-65 años) que trabaja usando dispositivos móviles con tarifa plana de internet como el Iphone, Blackberry o HTC, lee las noticias diarias a partir de las aplicaciones de los periódicos más importantes de todo el mundo y las promociones que llegan a diario al email en donde se filtra publicidad previamente seleccionada por el consumidor.
Los spots televisivos han marcado una época, algunos hicieron soñar a generaciones y siempre se recuerdan con cierta nostalgia ya que a veces, más que una simple publicidad, era una tendencia y nos llegaba de golpe y porrazo a todos, de forma masiva, sin más remedio que enterarnos de la película e independientemente de que nos identificáramos con la propuesta de la marca anunciada o no, siempre marcaba un antes y un después. Con la supresión de la publicidad en TVE y con la polémica suscitada sobre la financiación de las privadas, que siempre "se pasan" con la cantidad de minutos publicitarios por programa, me pregunto si en la televisión del futuro, además de menos anuncios, los contenidos sean los esperados, que el espectador sea incluso más activo que en la actualidad, participando en las emisiones de cada espacio pero sin jugar con cobrar por nuestros gustos y preferencias, sin que nuestro precio sea más que la energía eléctrica con la que cargamos los dispositivos móviles o que al menos, ya que nos conocen en profundidad, nos ofrezcan programas ilimitados de acuerdo a nuestro segmento.
La televisión del futuro se vislumbra con poca, muy poca, claridad. Posiblemente y dejando las leyes a un lado, dentro de unos años, las cadenas se peleen por ofrecer mejores contenidos, nos sentiremos obligados a filtrar información a los medios y a las marcas para conseguir a cambio retroalimentación por parte de ellos en torno a acceso a la información cómo, cuándo y dónde la deseemos y con los avances tecnológicos que llegan cada vez más rápido podemos empezar a mirar el televisor como un nuevo objeto "vintage".
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